En las montañas ocres y áridas que dominan este llano sin vida, los hombres supieron aprovechar todas y cada una de las fuentes para crear asentamientos.
Debido a que se trata de casi una isla y a que cuenta con un total de 125 km de costa, Djerba encabeza la lista de los sitios de Túnez dedicados al "farniente".
Fácilmente localizable por la agitación que reina en pleno día en torno a su pila esmeralda, la fuente de Ksar Ghilane solo deja oír un escaso murmullo.
Al borde del desierto, el decorado majestuoso y las temperaturas intensas se combinan para ofrecer una experiencia inolvidable a quienes descubren la última incorporación a los campos de golf de Túnez.